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Empresario español adquiere polémico cuadro de Zapata feminizado

Empresario español adquiere polémico cuadro de Zapata feminizado

El empresario español Tatxo Benet adquirió el polémico cuadro “La Revolución” del artista Fabián Chairez, obra que muestra a un Emiliano Zapata desnudo y con tacones sobre el lomo de

  • Publishedenero 15, 2020

El empresario español Tatxo Benet adquirió el polémico cuadro “La Revolución” del artista Fabián Chairez, obra que muestra a un Emiliano Zapata desnudo y con tacones sobre el lomo de un caballo blanco.
La familia del revolucionario consideró una ofensa la pintura y acusó al autor de dañar la dignidad del caudillo.
Benet, directivo del grupo Mediapro, considera la adquisición ‘fundamental’ para su colección de arte, formada por unas 70 piezas “que han sido censuradas por cualquier motivo o grupo de presión”.
En declaraciones para la agencia EFE, explicó que la obra le interesó por la censura que se cierne sobre ella y por las muestras de desaprobación que generó desde que fue presentada en noviembre en la muestra “Emiliano: Zapata después de Zapata” en el Palacio de Bellas Artes.
“El cuadro rompe el mito de la masculinidad mexicana y ha provocado repulsa entre los campesinos, que tienen a Zapata como ídolo”
Aunque no reveló cuanto pagó por “La Revolución”, el empresario afirma que hubo mucha competencia para adquirirlo y celebró su compra.
Según detalló, su oferta no era “la más interesante”, pero el autor de la pintura la aceptó, “rebajando sus pretensiones económicas”, para poder formar parte de la colección de arte de Benet, integrada por nombres como Joan Tàpies, Ai Weiwei, David Cerny, Marta Minujín o Robert Mapplethorpe.
La pintura provocó una serie de comentarios homófobos en redes sociales y el enojo llegó hasta organizaciones campesinas de México, quienes incluso ingresaron al recinto cultural exigiendo que fuera retirada.
En este sentido, el empresario subraya que la censura artística no entiende de ideologías y que “los grupos de presión son muy diversos, no solo conservadores”.
Benet ve la compra de obras polémicas como una oportunidad para “darles la visibilidad que merecen”.