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En riesgo la 4T si no hay democracia en Morena: Alejandro Rojas Díaz Durán

En riesgo la 4T si no hay democracia en Morena: Alejandro Rojas Díaz Durán

* Morena tiene que iniciar inmediatamente una campaña nacional de afiliación: Alejandro Rojas Díaz-Durán Ciudad de México 21 Abril  (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-En primer lugar, deseo externar mis sinceras condolencias a

  • Publishedabril 21, 2019

* Morena tiene que iniciar inmediatamente una campaña nacional de afiliación: Alejandro Rojas Díaz-Durán

Ciudad de México 21 Abril  (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-En primer lugar, deseo externar mis sinceras condolencias a las familias de las víctimas de la violencia en Minatitlán y en otras partes del país.

La brutalidad de los crímenes y el aumento de ellos, es un síntoma claro de que es urgente que el Gobierno de la República intensifique su acción en todos los frentes posibles.

No hay tiempo que perder.

Tal vez sea hora de que México imponga penas muchísimo más severas a los autores intelectuales y materiales de esos crímenes que ya son de lesa humanidad y se invierta aún más en inteligencia y equipos más sofisticados para dar con los responsables.

Por otro lado, es falso que Andrés Manuel López Obrador haya dado la orden de cerrar la afiliación de Morena, como afirma Yeidckol Polevnsky.

Muy desafortunadas y lamentables las expresiones de nuestra Presidenta Nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, porque es falso que el Presidente de la República haya dado la orden de cerrar la afiliación al partido.

Por el contrario, fue Andrés Manuel López Obrador quien durante toda la campaña presidencial estuvo invitando a todos los mexicanos de buena fe, para que se sumaran a este gran movimiento nacional que es Morena.

Por esa convocatoria, se estuvieron adhiriendo miles de líderes a la firma de los Acuerdos por la Unidad y Reconciliación Nacional en las plazas públicas de todo el país, en presencia del mismo Andrés Manuel López Obrador.

De nueva cuenta, Yeidckol Polevnsky habla a nombre del Presidente de la República sin tener autorización para ello.

Se escuda detrás de la alta investidura presidencial para amenazar, insultar y amedrentar, dentro de Morena, a toda la militancia y a muchos de nuestros líderes en todo el país; y afuera, lanza toda clase de improperios a la ciudadanía en general, para evitar, a toda costa, que se sumen a la 4ta Transformación.

Yeidckol Polevnsky y su Nomenclatura ven a Morena como botín político.

Por eso me quieren expulsar, pero no podrán, porque me asiste la razón y el derecho; porque he descrito hechos fundados, con pruebas fehacientes, fácilmente corroborables en las entidades en donde hay procesos electorales en curso y están ante las autoridades competentes.

Aún así y pese a todo, la gente va a votar por MORENA en las elecciones locales que se avecinan, porque nos identifican con la honestidad y con el Proyecto del Presidente Andrés Manuel López Obrador y no por que estemos actuando democráticamente.

La marca MORENA, hoy por hoy, es invencible. Solo tengo mis dudas en Baja California y en Puebla.

Iré a apoyar a MORENA en algunas entidades del país y seguiré en mi gira nacional ésta misma semana. Lo digo para que estén enterados los miembros de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, porque no me podrán notificar estos días.

En fin, los que debieran ser llamados a cuentas en la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia son ellos y no yo, porque tengo las pruebas y las presenté, porque es mi deber ciudadano denunciar presuntos delitos, así como también es un deber partidario, denunciar internamente –como lo he venido haciendo por varias vías, sin que la dirigencia nacional haga caso alguno– las imposiciones y las violaciones a los Documentos Básicos de Morena, avasallando a militantes y ciudadanos, que fueron excluidos y algunos borrados – literalmente- del partido, bajo chicanadas internas y cochupos estatutarios, de los que existen cientos de testimonios que pueden dar fe de ello en todo el país.

No soy tapadera de nadie.

Quienes deben responder en esa Comisión de Honestidad y Justicia, para demostrar su honestidad y se haga justicia, son la Presidenta Nacional de Morena y el señor Barbosa, para que nos expliquen a todos cómo se hizo de una riqueza inmobiliaria y que nos presente también -y a la Fiscalía General de la República-, las actas notariales de esas compras a precios de ganga, y que acredite que no fue beneficiario directo, por haber votado y aplaudido como foca las reformas estructurales del Pacto contra México. Nuestra dirigente nacional, que tanto lo defiende, nos hace suponer que ella sí conoce esos documentos a detalle.

¿Por qué no los ponen a disposición de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena y se hace público su contenido?

Yo les hago una simple pregunta a todos los compañeros de Morena:

Si ustedes tuvieran las pruebas –como las que presenté a la autoridad competente– que demuestran que, con los ingresos de Senador, el señor Barbosa no pudo adquirir –en el sexenio Peñista– varias propiedades a precios ridículos, una de ellos que tiene valor patrimonial histórico y cultural, ¿lo denunciarían como lo hice yo o guardarían un silencio cómplice, por el solo hecho de que es candidato de Morena?

¿Qué afecta más a Morena; solapar y proteger a una persona, porque existe evidencia jurídica y legal de que cometió presuntos delitos, o exigir a las instancias internas y a las autoridades competentes, que verifiquen toda la información disponible que acredite que es una persona honorable y honesta, digno de representarnos en esa candidatura?

¿Qué daña más: la simulación y la mentira o la verdad y la rectitud?

¿Por qué no me ha denunciado hasta el día de hoy el señor Barbosa, como lo había prometido?

¿Por qué no ha presentado públicamente el desglose de todas sus operaciones inmobiliarias?

Solo vocifera que ya presentó su 3 de 3. ¿Alguien de ustedes lo conoce? Yo no.

Ojalá y se apure para darlo a conocer a detalle, porque el que nada debe, nada teme. Si yo miento, tiene todo el derecho de demandarme y de ganar la demanda, si es que la autoridad jurisdiccional comprueba que no hay evidencia de presuntos delitos.

¿Qué pasaría si el tiempo me da la razón? Ahí les dejo la pregunta en estos días de reflexión.

Yo nunca he insultado, difamado o calumniado a ningún miembro de Morena. He hablado con la verdad y la verdad, que es lo más fuerte y poderoso que existe. Solo la verdad nos hace libres y es condición sine qua non en este tiempo histórico de la Nación.

La 4ta Transformación nos exige a todos a tener y ejercer una sólida ética política y una nueva moral pública, fincada en los valores de la honestidad, la dignidad, la libertad y la congruencia, muy lejos de la simulación, la corrupción y la complicidad que carcomieron las entrañas de la clase política que fue echada del poder por el tsunami popular el año pasado.

Por ello, ejerzo con fuerza y firmeza mis derechos políticos que no pueden ser conculcados por ningún tribunal Inquisidor ni por ninguna autoridad partidaria.

Mi libertad de expresión y la de millones de mexicanos, es una conquista y una garantía consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y es una de las máximas garantías de las libertades y un derecho humano inalienable, imprescriptible e irrenunciable, siendo ésta, la libertad de expresión, la madre de toda democracia política plural, incluyente y tolerante.

Todo lo demás, son viles patrañas para asfixiar hoy mi libertad política, para ahogar después la de todos nosotros. Y no estoy dispuesto a permitírselos bajo ninguna circunstancia.

Tengo la autoridad moral y política suficientes para demostrarles que están violando mis más derechos elementales. Ningún Estatuto partidario está por encima de la Constitución. Si ello ocurriese, entonces nos están anunciando ya la antesala de una época oscura y terrible para la libertad y la democracia de México.

Echarían por la borda la esperanza de millones de mexicanos que creen que somos distintos a los autoritarios y represores de un régimen que estamos obligados a desmantelar, al erigirse en los nuevos verdugos de quienes ejercen su libertad a la crítica y a la libertad de expresión.

Morena nació para transformar pacífica y democráticamente el régimen de corrupción, injusto y manipulador de la voluntad popular, para defender los valores y principios democráticos, y no para anularlos.

Estamos a tiempo de ganarles a los facciosos y radicales, con la ley en la mano y con el voto de todos, para que los mexicanos conduzcan, sin desviaciones torcidas de sus telarañas ideológicas, el cambio de régimen político que garantice el goce de las libertades públicas y el ejercicio pleno de todos nuestros derechos políticos.

A Yeidckol Polevnsky la respeto como la dama que es, pero critico abiertamente su forma de proceder como Presidenta Nacional de Morena.

Utilizar el nombre del Presidente Andrés Manuel López Obrador, además de ser ilegal, es una perversidad e inmoralidad políticas que vulnera el Estado de Derecho y viola también los Estatutos de Morena, al impedir la libre afiliación individual de todo mexicana o mexicano que, desde los 15 años, puede integrarse a los trabajos de Morena para la promoción del Proyecto de Nación que representamos.
Todos sabemos que el Presidente de México solicitó licencia para no estar militando ni interviniendo en la vida partidaria de Morena, porque él gobierna para todos los mexicanos y no quiere repetir los vicios del pasado, en los que el Presidente de la República también era el jefe político del partido en el poder, generando un círculo vicioso antidemocrático y autoritario.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido muy respetuoso de la vida interna de Morena, pero nuestra Presidenta Nacional utiliza su nombre y la autoridad moral y política del cargo más importante de la Nación, para encubrir sus negociaciones personales, sus imposiciones, sus dedazos y sus encuestas patito.

Yeidckol Polevnsky y su Nomenclatura están llevando a la deriva a Morena. No le ayuda en nada a Morena ni al Gobierno de México que nuestra dirigente nacional se asuma como personera del Presidente; y mucho menos fortalece al Proyecto de la 4ta Transformación del país.

Ella siempre ha sentido desprecio por las bases de Morena. Nunca ha hecho una gira para escuchar exclusivamente a los protagonistas del cambio verdadero, quienes son los auténticos héroes de la proeza que significó el histórico triunfo para avanzar hacia la 4ta Transformación de la República.

El fondo del por qué cerraron la afiliación a millones de mexicanos con el pretexto de la infiltración, es porque quieren manipular un padrón cerrado, para que ella y su Nomenclatura, utilicen las estructuras y los órganos internos, para imponer a los futuros Congresistas afines a ellos, y a partir de ese padrón cerrado, se elijan a los futuros dirigentes nacionales, estatales, municipales, tanto de la alcaldías como los de la Ciudad de México, a fin de que se perpetúen los mismos grupos e intereses, que ya se apoderaron de la burocracia partidaria y del financiamiento público, excluyendo, expulsando y haciendo a un lado, desde ahora, a millones de mexicanos y a miles de líderes de buena fe, que confían en aportar su esfuerzo, su tiempo, su trabajo político y social, para consolidar el cambio del viejo régimen político prianista hacia un nuevo régimen político democrático.

Por eso no quieren abrir la afiliación ni quieren elecciones con voto universal, secreto y directo de todos los mexicanos, porque no quieren que todos los que votamos por Andrés Manuel López Obrador, decidamos quiénes deben ser los nuevos dirigentes de Morena en todos los niveles.

Pero sigo reiterando: que se abra la afiliación y haya elección abierta a todos los ciudadanos, organizada por el INE.

Y para que no tenga casi costo, se puede utilizar el software que ya tiene el INE y sólo se coloquen urnas en las zonas más alejadas del país y no tengan cobertura telefónica. Esa elección tendría mucha más legitimidad democrática que cualquier otro método de elección.

Pero la Nomenclatura le tiene pavor y miedo a la gente y a la democracia. Les da urticaria que la gente participe en Morena. Por eso tienen cerradas las puertas.

Argumentan ridículamente que se nos van a infiltrar sabandijas, mal nacidos, traidores y rastreros. Estas afirmaciones no las enunció Paquita la del Barrio –quien es una extraordinaria artista popular, que yo admiro–, lo dice y lo repite nuestra Presidenta Nacional de Morena. De pena ajena.

Desconoce los Estatutos de Morena, porque ahí mismo se señala que no se aceptarán a militantes de otros partidos políticos y se puede compulsar directamente con los padrones registrados del INE.

Pero a la vez, está insultando y excluyendo de manera antidemocrática y autoritaria, a millones de mexicanos que votaron de buena fe y que apoyan con todo y tienen la esperanza puesta en el Presidente Andrés Manuel López Obrador. No los puede descalificar a priori.

¿Quiénes somos nosotros para juzgar –y para insultar sin fundamento– las intenciones y el veredicto de millones de mexicanos que votaron a la buena por nuestro Presidente de la República? ¿A poco cree que millones de mexicanos se nos quieren infiltrar en Morena?
¿En serio cree la Nomenclatura que la sociedad mexicana se esté organizando en lo oscurito para infiltrarse en Morena?

¿Cree que los mexicanos son fácilmente manipulables? Si fuera así, luego entonces, cómo fue que votaron por Andrés Manuel López Obrador. ¿Nosotros los manipulamos? Pues no. Como bien dice nuestro fundador y Presidente de México: tonto es quien piensa que el pueblo es tonto.

Si no fuera Morena un tema de interés nacional, sonaría a las teorías conspiratorias que siempre andan inventando los dictadores y los sátapras de todos los tiempos para preservar su poder.

Los que infiltramos a toda la sociedad mexicana, en el mejor sentido del término, fueron los postulados de Morena y, sobre todo, la autoridad moral y la honestidad de Andrés Manuel López Obrador.

Por eso, el tsunami dejó en ruinas y en los huesos las estructuras de todos los demás partidos políticos. Esa poderosísima voluntad popular no dejó títere con cabeza y cambió para siempre el futuro de México.

¿De dónde creen que salieron los 30 millones de votos? ¿De Morena, que tiene poco más de 3 millones de afiliados registrados ante el INE?
Por supuesto que no.

Si hoy fueran las elecciones, Andrés Manuel López Obrador obtendría casi 50 millones de votos. Es decir, de todos esos millones de mexicanos, poco más de 6% están afiliados a Morena.

Cuando les comento a la gente en mi gira a los Estados de la República que hoy tienen prohibido afiliarse a Morena, les causa mucha indignación, coraje y estupor, porque han escuchado a Yeidckol Polevnsky decir que entre ellos hay sabandijas, rastreros, chapulines y otras linduras.

Nuestra dirigente nacional y su Nomenclatura no sabe que la mayoría de los mexicanos NO milita en ningún partido político y que hoy millones quieren afiliarse a Morena, pero no pueden.

Ella tiene las facultades para que se abra de inmediato la afiliación nacional, durante 90 días, para después elegir democráticamente todos los futuros cargos en el movimiento.

Pero su política prohibicionista, proviene del maniqueísmo político –tan pernicioso como peligroso para las democracias– de dividir entre “nosotros somos los buenos, los puros, los portadores de la verdad, los celosos guardianes ideológicos de su paranoia política”, contra “los malos, perversos, sabandijas, et al que están afuera conspirando contra la burbuja burocrática que controla a Morena”.

Cuidado con ese esquizofrénico discurso de que millones de mexicanos están al acecho de Morena y que se los quieren quitar de sus manos. Así nació el fascismo.
Los puros contra los impuros. Los fieles contra los infieles.

Eso raya en el fanatismo ideológico, que es la semilla de las dictaduras de derecha y también de la izquierda.
Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre. El equilibrio democrático es el equilibrio ideológico de una sociedad entera.

¿Pero qué creen? Les tengo noticias:
Millones de mexicanos se quieren sumarse hoy mismo a Morena, para apoyar al Presidente Andrés Manuel López Obrador y desean promover democrática y pacíficamente la 4ta Transformación.

Su afiliación a Morena es una garantía para construir las innovadoras instituciones políticas, en las que se edificará el nuevo Estado Social y de Derecho, para combatir eficazmente la corrupción, la pobreza, la delincuencia y todos los flagelos que nos trajo el

neoliberalismo rapaz, que dejó como saldo, a millones de mexicanos muertos, unos de hambre, otros de miedo y más de cientos de miles que perdieron la vida o que siguen desaparecidos, causando un profundo dolor y una herida abierta en el alma de millares de familias y dejado en desosiego a la Patria entera.

Por ello, exigimos que se haga justicia, pronta y expedita, para que se aplique todo el peso de la ley a los culpables materiales e intelectuales de esos terribles crímenes y desapariciones forzadas, que tanto le duelen a México.
Muchas gracias por su atención. Ciudad de México, 21 abril, 2019. Alejandro Rojas Díaz Durán,
Consejero de MORENA y Senador suplente de Ricardo Monreal Ávila.
Bibliografía: https://es.wikipedia.org/wiki/Alejandro_Rojas_Díaz_Durán
Coyoacán, Ciudad de México.