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Satánico Lázaro Bíblico del Balón

Satánico Lázaro Bíblico del Balón

(Primera parte) Ciudad de México a 26 de Febrero (JESÚS YÁÑEZ / BALÓN CUADRADO /  AMPRYT / CÍRCULO DIGITAL).-Ni en su peor pesadilla, Landon Donovan –36 años de edad y en el

  • Publishedfebrero 26, 2018

(Primera parte)

Ciudad de México a 26 de Febrero (JESÚS YÁÑEZ / BALÓN CUADRADO /  AMPRYT / CÍRCULO DIGITAL).-Ni en su peor pesadilla, Landon Donovan –36 años de edad y en el retiro desde 2015–  imaginó que sería un Lázaro bíblico del balón en la eufemística Liga MX. Menos que, impensable,  vendría a México a la pizca del balón, a  cambio de pesos. Similar cómo hace la Federación Mexicana de Futbol, vía los Ratones Verdes Tullidos (el popular Tri)  y sus 18 equipos, en el país de las Bardas y las Estrellas, por dólares.

Hay quién los define “partidos moleros”, intrascendentes, anodinos.

En el futbol mexicano históricamente, ocurren inenarrables aberraciones de los zares del futbol –dictadura perfecta del balón–. Muchas veces insólitas.  Siempre con el espíritu habido de dinero y poder.

No, nunca, en favor de una mejora del su mediano nivel balompédico.  Alimentan así, sin rubor alguno, sus obesas chequeras, y adelgazan la ilusión del aficionado que ansía un mejor espectáculo.

Y, eso, sí, los dueños del balón en México, son la antítesis de Jesús antes de su crucifixión.

Donovan es claro ejemplo. Arrogante y pendenciero crack y máximo ídolo del país de las bardas y las estrellas en la historia de su futbol, se convirtió en una especie de diabólico Lázaro bíblico de la Liga MX. Heroico villano.

Según las sagradas escrituras, Jesús resucitó a Lázaro, despojándolo de su argentina mortaja. De acuerdo con el versículo Juan 11:38-44, uno de los 72 de que consta la biblia sobre la fe, Lázaro se levantó y caminó.

Donovan, literal, se levantó y jugó.

Y fue por obra y gracia de la directiva del Grupo Pachuca, que posee los equipos hidalguense –conocido como Tuzos– y León.  Multipropiedad que, por cierto, prohíbe la FIFA, práctica común en México hace más de 20 años.

El 15 de enero pasado, durante su presentación acaparó los medios de comunicación tradicionales y se hizo viral en redes sociales. Lanzó un supuesto escupitajo al presidente Donald Trump que se convirtió en lo que el presidente estadounidense califica de “fake news” –noticias falsas–.

Para deleite de la afición mexicana, en particular los miles de fanáticos de los Panzas Verdes que se dieron cita en el estadio Nou Camp, el ex estrella del Galaxy de Los Ángeles y antiguo líder de la selección de su país reiteró lo que horas antes publicó en Twitter:

“Yo no creo en los muros”.

Esa afirmación, que resultó falsía, generó alharaca entre los casi 6 mil aficionados que lograron entrar al estadio de los esmeraldas. Hicieron fila por más de una hora, por la expectativa y morbo que causó la contratación de Donovan con el conjunto guanajuatense.

Lo trajo, argumentó Jesús Martínez Murguía, presidente de la escuadra leonesa, “porque es un ganador”.

Eso sí: nadie niega su carisma.

Revivió –como Lázaro– futbolísticamente hablando, enfundado en el uniforme verdiblanco del club, con sede en el estado de Guanajuato.

(Continuará)