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Un Peje deshonesto como presidente

Un Peje deshonesto como presidente

Opinión ·        A como dé lugar, busca romper el Pacto Federal con memorándums que no tienen ninguna validez ·        México se ha convertido lamentablemente en una “república bananera”, constreñida por la obsesión

  • Publishedabril 19, 2019

Opinión

·        A como dé lugar, busca romper el Pacto Federal con memorándums que no tienen ninguna validez

·        México se ha convertido lamentablemente en una “república bananera”, constreñida por la obsesión de un costeñito tabasqueño iletrado lleno de odio y rencor que ya no sabe cómo actuar cuando las faldas de su mujer, lo manipula de tal forma que incomoda a la sociedad

·        López Obrador amenaza, agrede, arrasa, sin que algo pase. La destrucción de nuestras instituciones,  la economía y el tejido social es una realidad, que la gran mayoría de la sociedad se niega a ver o simplemente no entiende que peligra la nación de un “Golpe de Estado Técnico”

BLAS A. BUENDÍA

Las reacciones en contra del llamado Peje presidente, ha creado el extraordinario malestar de la comunidad política, académica e intelectual del país, cuando pretende hasta defecarse encima de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, creando un estatus antijurídico denominado “memorándums constitucionales” bajo la complicidad de un Congreso mafioso que viene a suscribirse como un Golpe de Estado Técnico.

Antes y después, a la sociedad en su conjunto se le alertó que si Andrés Manuel López Obrador llegaba a la Presidencia de la República, para México iba a representar ser un serio peligro, y a cuatro meses de haber tomado posesión del cargo, ha ido crispando día con día a toda la nación. En esta tesitura, la sociedad ya duda que López Obrador sea mexicano.

México se ha convertido lamentablemente en una “república bananera”, constreñida por la obsesión de un costeñito tabasqueño iletrado lleno de odio y rencor que ya no sabe cómo actuar cuando las faldas de su mujer y bajo las sábanas de la intimidad, lo manipula de tal forma que incomoda a la sociedad.

La decisión de hoy, la de AMLO, nos pinta lo que viene para el País, alea jacta est, es decir, la suerte está echada, que a ciencia cierta es imprescindible que en cualquier momento, algún fanático se preste a convertirse en otro Mario Aburto para salvar a México.

Ante las circunstancias, no es nada descabellado pensar que el propio Andrés Manuel López Obrador esté cavando su tumba, pese a las tibiezas e indecisiones de millones de mexicanos, cuando uno solo de éstos millones de aburto’s haría cambiar el rumbo de la nación para evitar hacerla caer en el abismo de la dictadura.
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México ha sufrido toda una serie de calamidades a través de su historia, nunca como ahora de tener a un representante del Jefe del Ejecutivo que tropieza de forma innumerable en actos inconstitucionales.

Preocupados por este tipo de alertas, varios ciudadanos preocupados por lo que está sucediendo en México, que responden a los nombres de Leopoldo Hernández Romano, el ex diputado priista Jaime del Río y el académico Alberto Briceño Ruiz, hicieron circular en las benditas redes diversas observaciones jurídicas que deja boquiabierto en caso de que no se actúe con la ley en la mano, muy al estimo Juárez, en contra del mismo presidente.

El Benemérito de las Américas, en su época, estableció un apotegma jurídica que hasta hoy en día sigue funcionando: “A mis amigos: justicia y gracia; a mis enemigos, justicia a secas”. Esta connotación histórica es totalmente cierta, toda vez que el Peje presidente piensa aplicársela a todo aquel ciudadano que no comulgue son su ideas locochonas.

Para Leopoldo Hernández Romano, señala que un gobernante que modifica la Constitución con un memorándum, sin que ardan las redes y las calles, habla de la apatía y permisividad de nuestra sociedad. De su conformismo, ignorancia y ceguera. Lo mismo pasó en Venezuela, nadie levantó la voz lo suficientemente alto al inicio, pretendió poner un alto, defender las instituciones, aún a costa de su seguridad, y hoy, está en donde está…

López Obrador amenaza, agrede, arrasa, sin que algo pase. La destrucción de nuestras instituciones,  la economía y el tejido social es una realidad, que la gran mayoría de la sociedad se niega a ver o simplemente no entiende.

Pareciera que el Peje presidente lo tiene muy bien escrupulosamente detallado, su logística no tiene maniobra de error y aprovecha la coyuntura de los tradicionales festejos religiosos (abril 2019), en un país netamente guadalupano

Leopoldo Hernández Romano acierta en los confines de las palestras: Estamos más preocupados por reflexionar y/o descansar esta Semana Santa que por defender el Estado de Derecho. “Creemos que el País puede esperar”, que milagrosamente la Suprema Corte de Justicia de la Nación hará su trabajo o los Senadores de oposición estarán dispuestos a contener. Queremos un milagro, operado por un ente supra social. Todo esto no va a ocurrir.

Si México pierde esta batalla, sin temor a equívocos, perderemos al País que reconstruimos a partir de 1985. Con todas sus debilidades y una grave injusticia social. Pero un País que veía al futuro, con una democracia que operaba, instituciones que daban traspiés pero caminaban, una industria competitiva, un déficit educativo que trataba de ser atendido, unas  finanzas públicas sólidas, abierto al mundo, preocupado de la cultura, que sabía vivir con su pasado e historia, trabajando ante una nueva realidad social, que buscaba empezar a integrar diferencias sociales, económicas, religiosas, sexuales y étnicas. Con una gran corrupción y cinismo, señalado por una libertad de expresión. Con inseguridad, pero libertad.

Hoy, el manto de las nubes cubre nuestros sueños, ha empezado a llover y nosotros no queremos aceptar que la tormenta ya empezó y que podría cambiar todo (…) Pensamos que nuestros paraguas de bolsillo nos mantendrán a buen resguardo, cuando el aire empieza a arreciar.

Probablemente hoy sea el día en que, el no haber levantado la voz de manera contundente y con fuerza, se convierta en “el hubiera” de un futuro desesperanzador, despedazado por culpa de nuestra apatía ciudadana y su notable cobardía.

Hoy la sociedad invita a levantar la voz, a gritar por nuestra intocable Constitución, a poner límites a un sueño mesiánico, impedir que se vayan al diablo las instituciones, la libertad de prensa, nuestras Instituciones y la verdad.

Hoy el presidente (sí, con minúscula) reta al Estado de Derecho, es nuestra última oportunidad. ¿Vamos a levantar la voz y defenderlo o cedemos la plaza?

Yo por lo pronto digo:

#AsíNoAMLO

#YoSiQuieroContrapesos

#LaLeyPorEncimaDeTodo

#RespetoALaConstitución

CONSECUENCIAS DESCONOCER ORDEN JURÍDICO

El ex diputado priista Jaime del Río, describió: “En relación a las declaraciones de AMLO sobre la reforma educativa, establecida por disposición constitucional, sólo les recuerdo que cuando Ignacio Comonfort desconoció la Constitución de 1857 y declaró no poder gobernar con ella, Juárez asumió la Presidencia por mandato constitucional al considerar que el propio Presidente Comonfort se estaba dando un golpe de Estado al desconocer el orden jurídico.

“Lo que está sucediendo es lo mismo, ¿y cuál es la posición de nuestros legisladores y del Partido? Espero que sirva esta reflexión”, puntualiza.

DURA LEX SED LEX

El Dr. Alberto Briceño Ruiz, presidente Emérito de la Academia Mexicana de Derecho de la Seguridad Social, también alerta:

Hoy en la mañana (jueves 18 abril 2019), como seguramente sucedió con mis queridos compañeros y amigos maestros de la facultad, puse en duda el contenido de un memorándum supuestamente suscrito por el presidente de la República, con relación a la legislación educativa.

Lo acabo de escuchar y de ver al propio presidente, por lo que no se tiene la menor duda: afirmó que la ley no puede estar por encima de la justicia y por lo tanto no debe acatarse la ley.

Independientemente de lo que el presidente estime justo o injusto, la ley se aplica a todos; en caso de desacuerdo puede interponerse el amparo, pero el presidente no puede estar por encima de la ley y menos determinar lo que sea justo o injusto.

Él (López  Obrador) tiene la facultad constitucional de enviar una iniciativa que derogue y/o abrogue la ley. El memorándum lo puede enviar a sus colaboradores pero nunca decirles que no cumplan con la ley, para ello tiene facultad de promover la legislación que estime injusta. La ley es dura (Dura lex sed lex), pero es la ley y debe acatarse mientras esté vigente.

Qué grave es que pretenda legislar así como que lo haga por un memorándum. Sus colaboradores están obligados a acatar la ley, no a violarla. Lamento que por el apoyo popular que tiene pueda sentir que sus actos, como el memorándum, estén por encima de la ley. Como maestro de la Facultad de Derecho, a mis 84 años de edad, condeno y repruebo esta actitud, que nos conduciría no solo a una dictadura sino a tener un presidente con poderes absolutos.

Te invito respetuosamente a que exijamos al presidente que rectifique su actitud; es el primer como mandatario a cumplir con la ley.

Qué pena me da como abogado y como mexicano tener un presidente que así quiera gobernar. Te ruego difundas tu propia opinión con relación a este acto que yo condeno.

La famosa frase en Latín de Dura lex sed lex, nunca dejará de ser un acto de barbarie jurídica aplicado por el propio presidente que dramáticamente comenzó una transformación de deformación constitucional.

En suma, el primero de julio de 2018, fue el parteaguas de la desgracia de México, ya que la vida de millones de mexicanos se consolidó en el desastre porque pensaban que al llegar López Obrador al poder, todo iba a cambiar; ¡oooohhh!, graso error, sus ilusiones se vinieron abajo y a cuatro meses de haber asumido el poder, esos 30 millones están más que arrepentidos, fastidiados de sus conferencias mañaneras viperinas, destilándose un veneno ponzoñoso.

Esta recapitulación aparece tan solo con cuatro meses, esperemos a que el barco que se llama México, no comience a hundirse más hasta verlo desaparecer del mapa de América Latina como una República democrática y soberana.

Con ese memorándum presidencial trastoca la trilogía funcional primaria que es la División de Poderes en México y se consuma un Golpe de Estado Técnico, sin que el pueblo condene esta acción unilateral, peligrando su libertad bajo el totalitarismo dominante pejista.