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Spots electorales saturan y no convencen a ciudadanos: experto

Spots electorales saturan y no convencen a ciudadanos: experto

CDMX, a 1 de febrero 2018.- La repetitiva transmisión de spots electorales en tiempos de precampaña, a través de medios masivos de comunicación, pretenden convencer a los ciudadanos para que

  • Publishedfebrero 1, 2018

CDMX, a 1 de febrero 2018.- La repetitiva transmisión de spots electorales en tiempos de precampaña, a través de medios masivos de comunicación, pretenden convencer a los ciudadanos para que vote por uno u otro aspirante, pero más bien están saturando al electorado y se corre el riesgo de una comunicación fallida.

Alejandro Garnica, experto en audiencias de la Universidad Iberoamericana, recordó que las elecciones de 2012 se convirtieron en el fenómeno de comunicación más sobresaturado en la historia de los medios no sólo en México, sino en el mundo.

“Todos vimos los spots, (que tuvieron) un alcance de 93%, que es altísimo. Hubo una barbaridad de spots, 70 mil (sólo en televisión). El problema era que aunque fueron muchos, había poca variedad, los teníamos repetidos, como nos está pasando ahora con ‘el niño naranja’”.

El académico explicó que los estrategas políticos no entienden que por más frecuencia que tengan sus spots, no quiere decir que el alcance será mayor, “por más frecuencia que le des (a un spot) llegas a un tope de alcance y no vas a poder superarlo”.

“Por eso, el trabajo que hicimos algunos colegas (Audiencias saturadas, comunicación fallida, 2012), explicó que en 2012 la gente se hartó y no se logró la comunicación (entre políticos y ciudadanos). Y en este ciclo vamos por el camino para que ocurra esto mismo”.

Es por ello que los cinco efectos perversos de la spotización en México son:

Tenemos un reino de spots repetidos. Un reino que nos sabemos de memoria y nos harta.

La propaganda electoral no es sólo de elecciones, es de todo el tiempo. Por eso hay precampañas, intercampañas y campañas.

El culto a la personalidad. Sólo ponen el rostro. Esto es perjudicial vamos a tener a un presidente acostumbrado a salir en la pantalla. Ya no le va a importar gobernar, sino aparecer en los medios.

Se satura a la audiencia. La gente está harta. En el 2000 hubo un gran entusiasmo (por la elección); en el 2006, temor. Ahora, hay una gran abulia, a la gente no le interesa.

La incomunicación con el ciudadano es el factor más grave. Se ha estado invirtiendo en esto para no tener una buena comunicación.

Recordó que antes de la elección de 1994, las campañas se enfocaban en poner anuncios en bardas, pero fue a partir de este proceso que ganó Ernesto Zedillo que se observó la importancia de medios masivos de comunicación —radio y televisión—, pero el gasto rondó en 25%; sin embargo, para 2000 subió a 54%; en 2006, 95%, es decir, de cada peso, 95 centavos se iban para estos medios.