Por NOTICIASCD.MX
CDMX, 23 abril 2025 (IZTAPALAPANOTICIAS.COM).- En la Ciudad de México, las consultas por problemas de salud mental, en particular ansiedad, depresión, estrés y conducta suicida, se dispararon en los centros de atención de la Secretaría de Salud en los pasados cuatro años al pasar de 26 casos en 2020 a mil 782 en el primer semestre de 2024.
Ante ese panorama, el diputado local del PRD, Pablo Trejo presentó una iniciativa para armonizar la Ley de Salud Mental del Distrito Federal con la Constitución Política de la Ciudad de México para, entre otras cosas, fortalecer la interculturalidad en el Artículo 1, junto con los enfoques de derechos humanos y perspectiva de género, y la adición de un inciso al Artículo 11 el cual obliga al diseño de programas específicos para las comunidades indígenas y migrantes, en cumplimiento del Artículo 2 de la Constitución Política de la Ciudad de México, el cual reconoce la naturaleza pluricultural de la ciudad, propuesta suscrita por varios legisladores y turnada a la Comisión de Salud.
Asimismo, se incorporan diversas facultades de coordinación entre el Gobierno de la Ciudad de México y las alcaldías, para que celebren convenios o acuerdos para la realización conjunta de actividades de promoción, prevención y atención de la salud mental.
Además, se contempla que el Gobierno de la Ciudad de México implemente el tamizaje de salud mental, de manera permanente, a toda la población, con énfasis en escuelas y comunidades para identificar, canalizar y tratar a personas con trastornos mentales.
La salud mental es una parte integral de la salud, bienestar general y un derecho humano fundamental, refirió el legislador.
Trejo Pérez consideró que la salud mental existe en un complejo proceso continuo, con experiencias que abarcan desde un estado óptimo de bienestar hasta estados debilitantes de gran sufrimiento y dolor emocional.
Ante el Pleno del Congreso de la Ciudad de México afirmó que “en todos los países, los trastornos mentales son muy frecuentes. Aproximadamente una de cada ocho personas en el mundo sufre algún trastorno mental.
Detalló que, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 280 millones de personas sufren depresión y en nuestro país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente 35 millones han experimentado algún episodio depresivo.
Subrayó que invertir en salud mental puede permitir el desarrollo social y económico. “Una mala salud mental frena el desarrollo al reducir la productividad, tensar las relaciones sociales y agravar los ciclos de pobreza y desventaja. Por el contrario, cuando las personas gozan de buena salud mental y viven en entornos favorables, pueden aprender y trabajar bien, así como ayudar a sus comunidades en beneficio de todos”.