Por NOTICIASCD.MX
CDMX, 28 agosto 2025.- La entrega del programa Juventudes Autogestivas para la Transformación no representa una innovación en política pública, sino una repetición del viejo esquema clientelar disfrazado de progresismo. En un evento plagado de simbolismos ideológicos, Clara Brugada y su equipo volvieron a lo mismo: usar recursos públicos para “apoyar” a jóvenes con discursos que exaltan la lucha, la resistencia y la transformación… pero sin presentar datos concretos ni una estrategia sostenible de desarrollo juvenil.
Brugada se jacta de que más de 250 proyectos colectivos recibirán recursos, sin aclarar criterios técnicos de selección, seguimiento, evaluación ni rendición de cuentas. ¿Cómo se mide el impacto real de estos apoyos? ¿Qué pasa cuando los recursos se agotan? ¿Cuál es el destino de los colectivos después de esta entrega?
Lejos de empoderar de forma real a las juventudes, se perpetúa una cultura de dependencia institucional, donde el apoyo estatal se condiciona, no explícitamente, pero sí emocional y simbólicamente, a una narrativa ideológica dominante.
Una vez más, se utiliza el presupuesto público para sembrar simpatía política y adhesión ideológica, en lugar de fomentar independencia, profesionalización y competitividad juvenil.