“Otro programa, más clientelismo: ‘Servidores del Bienestar 2025’ en la CDMX”
Por HHR
CDMX, 15 septiembre 2025.- El pasado 30 de junio, la Gaceta Oficial de la Ciudad de México publicó la creación de otro programa social con nombre rimbombante y objetivos ambiguos: “Servidoras y Servidores del Bienestar 2025”. Un título que pretende sonar progresista pero que, en la práctica, huele más a maquinaria electoral que a política pública con impacto real.
¿Qué es este programa?
Según las reglas de operación, el programa busca acercar a personas que viven en zonas con bajo índice de desarrollo social al “Sistema Público de Cuidados”. ¿Cómo? A través de visitas domiciliarias, asambleas ciudadanas y difusión comunitaria. Todo eso suena bien… hasta que se revisa la letra fina.
Lo que no dicen en la propaganda
- 1,887 “beneficiarios facilitadores” —personas contratadas— recorrerán casas para “difundir” los servicios públicos. Este ejército territorial, financiado con recursos públicos, trabajará en 1,475 Unidades Territoriales. ¿Suena familiar? Exacto: es el mismo modelo que se ha usado históricamente para operar redes de clientelismo en campañas políticas.
- Objetivo ambiguo, ejecución opaca: ¿Realmente se busca reducir la carga de cuidados sobre las mujeres? El programa apenas contempla 93 asambleas ciudadanas y poco más de 13 mil visitas domiciliarias. Para una ciudad con más de 9 millones de habitantes, esa cifra es simbólica, casi anecdótica.
- Selección discrecional: La integración al programa será definida por “el mecanismo que establezca la unidad responsable”. Es decir: sin convocatoria pública ni criterios transparentes. Esto abre la puerta a dedazos, cuotas políticas y reclutamiento partidista disfrazado de política social.
- Recolección de datos personales: Aunque se promete cumplir con la normativa de protección de datos, la experiencia nos dice que la línea entre el uso institucional y el electoral de la información ciudadana es, en México, muy delgada.
¿Cuidado o control?
No nos confundamos: el Sistema Público de Cuidados es necesario. Pero usarlo como pretexto para operar brigadas territoriales con supuesta “perspectiva de género” no es progresismo, es oportunismo. Y peor aún: es usar causas legítimas —como el derecho al cuidado y la equidad de género— como fachada para una red de operación política que será financiada con nuestros impuestos.
Este programa no es otra cosa que una estrategia electoral anticipada. Si se quisiera realmente atender las desigualdades en el cuidado, se invertiría en infraestructura, estancias infantiles, capacitación profesional y empleo formal para cuidadoras. No en visitadores con mochilas y folletos, tocando puertas en plena víspera electoral.
“Servidoras y Servidores del Bienestar 2025” no es más que el reciclaje de una vieja fórmula: disfrazar la operación electoral de política social. La ciudadanía merece programas efectivos, no ejércitos territoriales que responden más a partidos que a necesidades reales.
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