LSM en la CDMX sigue siendo promesa pendiente

Por NOTICIASCD.MX

CDMX, 23 septiembre 2025.- La reciente aprobación unánime del exhorto presentado por el diputado Pablo Trejo Pérez en el Congreso de la Ciudad de México —para fomentar cursos de Lengua de Señas Mexicana (LSM) en las 16 alcaldías— es sin duda un avance simbólico. Sin embargo, esta medida, aunque bien intencionada, se queda corta frente a las necesidades reales de la comunidad sorda.

Con más de 57 mil personas en la capital que utilizan LSM como su principal forma de comunicación, la inclusión debería ser una prioridad operativa, no sólo legislativa. La propuesta de Trejo, al ser un punto de acuerdo y no una reforma de ley o iniciativa con recursos asignados, no obliga a las autoridades a cumplirla. Dependerá de la voluntad de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) y de los Pilares, quienes hasta ahora no han emitido una respuesta clara sobre plazos ni acciones concretas.

¿De qué sirve reconocer legalmente un idioma si sus hablantes siguen sin acceso pleno a servicios educativos, de salud o administrativos?

En el mejor de los casos, el exhorto abre la puerta para que se diseñen cursos de LSM accesibles, gratuitos y permanentes. En el peor, se convertirá en otro documento aprobado que duerme en los archivos legislativos sin traducirse en cambios tangibles. El riesgo de que la LSM se quede como símbolo decorativo y no como herramienta real de inclusión es latente.

Los discursos sobre diversidad e inclusión abundan, pero mientras la ejecución dependa de la buena voluntad y no de mecanismos obligatorios, la promesa de una ciudad incluyente seguirá siendo eso: una promesa pendiente.