Sanciones del Tesoro de EE.UU. golpean negocios ligados al Cártel de Sinaloa y Clan del Golfo

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha impuesto sanciones a una serie de negocios vinculados al Cártel de Sinaloa y a líderes del Clan del Golfo, dos de las organizaciones criminales más poderosas de México. Las sanciones, emitidas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), forman parte de una estrategia para desmantelar las redes financieras que facilitan las actividades del narcotráfico y el lavado de dinero a nivel internacional. Los negocios sancionados incluyen empresas de transporte, construcción y entretenimiento que operan tanto en México como en América Latina.

Según el Tesoro, estas compañías actúan como fachadas para mover grandes cantidades de dinero generado por la venta de drogas en Estados Unidos y otros países. A través de estas sanciones, se busca cortar el acceso a recursos económicos que permiten a estos grupos continuar sus operaciones criminales. Además, se congelaron activos pertenecientes a varios líderes del Clan del Golfo, quienes están señalados como responsables de la violencia y el tráfico de drogas en la región noreste de México.

El gobierno estadounidense también ha señalado que colaborará con las autoridades mexicanas para asegurar que estas sanciones tengan un impacto significativo en las operaciones de los cárteles. Aunque el gobierno mexicano ha intensificado sus esfuerzos para combatir el narcotráfico, estos grupos siguen encontrando formas de operar mediante empresas que aparentan ser legítimas. Esta acción del Tesoro es vista como un paso más en la presión internacional contra las organizaciones criminales.

En particular, los negocios sancionados han sido identificados como cruciales para el funcionamiento logístico de estas organizaciones. Las empresas de transporte, por ejemplo, han facilitado el movimiento de drogas y dinero en efectivo a través de las fronteras, mientras que las compañías de construcción han sido utilizadas para lavar dinero a través de proyectos inmobiliarios. La OFAC continuará monitoreando estas actividades y tomará más acciones en el futuro si es necesario.

Estas sanciones representan un duro golpe para las operaciones de los cárteles, pero expertos en seguridad advierten que las organizaciones criminales podrían adaptarse rápidamente, como lo han hecho en el pasado. A pesar de estos esfuerzos, el narcotráfico sigue siendo una de las mayores amenazas para la seguridad en México y Estados Unidos, y las autoridades deberán seguir vigilando de cerca las actividades de estas redes criminales.