Por NOTICIASCD.MX
CDMX, 05 agosto 2025.- Pese a los discursos optimistas de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), encabezada por Bertha Alcalde Luján, los datos presentados esta mañana sobre seguridad plantean más preguntas que certezas. Aunque se reporta una caída en los homicidios dolosos y los secuestros, el énfasis excesivo en las “eficiencias ministeriales” y porcentajes inflados evidencia una estrategia más centrada en la imagen que en el acceso real a la justicia.
De acuerdo con el informe correspondiente al mes de julio, los homicidios dolosos en la capital pasaron de 936 casos en 2019 a 460 en lo que va de 2025. Sin embargo, no se desglosa cómo influyen factores externos como la baja en la movilidad, cambios poblacionales o la acción de otras instituciones de seguridad en este descenso.
En el caso de los secuestros, se presume una eficiencia ministerial del 1,820%, una cifra que, más que inspirar confianza, despierta suspicacias. La Fiscalía reconoce que las detenciones superan con creces el número de casos actuales, pero no detalla cuántos de estos procesos terminan con sentencias condenatorias, ni cuántos podrían deberse a carpetas rezagadas de años anteriores, lo que distorsiona el verdadero impacto de las acciones ministeriales.
Algo similar ocurre con el feminicidio: aunque la incidencia disminuyó a la mitad en comparación con 2024, el discurso se enfoca en que la Fiscalía procesó 72 casos cuando solo se registraron 20, como si el volumen de judicializaciones fuera un indicador directo de justicia efectiva y no, potencialmente, de duplicación de procesos o acciones sin resultados judiciales concluyentes.
Además, los supuestos avances en extorsión y despojo se traducen en un aumento en judicializaciones, pero nuevamente se omite información clave: ¿Cuántos de estos casos fueron llevados hasta sentencia? ¿Cuál es el índice de reincidencia o impunidad?
Finalmente, la mención de la captura de presuntos integrantes del crimen organizado funciona como una cortina de humo para reforzar la narrativa de éxito, aunque no se especifica el grado de responsabilidad penal ni los resultados procesales concretos contra estos sujetos.
En suma, la presentación de cifras sin contexto ni seguimiento judicial efectivo refuerza la percepción de que la Fiscalía capitalina, más que construir justicia, está consolidando una estrategia de legitimación política para su titular. Un ejercicio más orientado a lo mediático que a lo sustantivo.