Congreso crea Medalla a la Salud en medio de proliferación de reconocimientos

Por NOTICIASCD.MX

CDMX, 19 noviembre 2025.- El Congreso de la Ciudad de México aprobó la creación de la Medalla al Mérito a la Salud, un nuevo reconocimiento institucional para distinguir a personas, organizaciones e instituciones con trayectorias destacadas en la protección, promoción y atención de la salud pública.

El dictamen, impulsado por la Comisión de Normatividad, Estudios y Prácticas Parlamentarias, reforma diversas disposiciones del reglamento interno para incorporar el galardón que, según se estableció, será otorgado únicamente una vez durante la presente legislatura, en una sesión solemne del segundo periodo de sesiones.

Durante la discusión en tribuna, el diputado César Emilio Guijosa Hernández (MORENA) afirmó que la propuesta surge de una iniciativa de la diputada Valeria Cruz Flores, presidenta de la Comisión de Salud, con la intención de reafirmar la salud como un derecho humano y reconocer públicamente a quienes han aportado al bienestar social de la capital. Guijosa remarcó que la creación de la medalla “no representa un costo adicional” para el Congreso, argumento que buscó anticiparse a críticas sobre posibles gastos superfluos en un contexto de restricciones presupuestales.

El reconocimiento contempla siete categorías que abarcan desde la atención directa a la salud hasta acciones altruistas, salud mental, trabajo social, medicina tradicional, así como docencia e investigación. El dictamen también enfatiza que el proceso de selección deberá regirse por principios de objetividad, transparencia e igualdad de género.

Pese al respaldo mayoritario, no faltaron advertencias sobre inconsistencias normativas. El diputado Jesús Sesma Suárez (PVEM) recordó que apenas en febrero la Junta de Coordinación Política aprobó un acuerdo para concentrar la entrega de 18 medallas y reconocimientos en una sola sesión solemne, con el fin de evitar la llamada “medallitis” legislativa. Según Sesma, crear un nuevo galardón sin modificar primero ese acuerdo podría generar contradicciones reglamentarias y dar señales de dispersión institucional.

La aprobación de esta nueva medalla reabre el debate sobre la pertinencia y el impacto real de los reconocimientos públicos entregados por el Congreso. Mientras algunos legisladores defienden su valor simbólico y social, otros insisten en la necesidad de evitar la inflación de distinciones que, con el tiempo, pueden perder relevancia o ser percibidas como estrategias políticas más que como auténticos homenajes a la ciudadanía.