“Fracasa Clara Brugada en promesa de planeación para 2025”
Por HHR
CDMX, 28 agosto 2025.- El Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Clara Brugada, ha perdido su primera gran batalla en materia de planeación urbana: el Plan General de Desarrollo, que prometió para 2025, no estará listo en tiempo y forma. Así lo denunció la diputada Olivia Garza, presidenta de la Comisión de Planeación del Desarrollo en el Congreso capitalino, quien reveló que las consultas públicas —una etapa indispensable para legitimar este instrumento— apenas iniciarán en noviembre.
La noticia no solo refleja una promesa rota, sino un síntoma preocupante de improvisación y falta de compromiso con el futuro de la capital. En lugar de priorizar una ruta técnica, jurídica y ciudadana para la planeación de la ciudad, el gobierno actual parece más interesado en promover planes “maestros” sin sustento legal, que privilegian la narrativa política sobre la necesidad de una visión urbana clara y ordenada.
Este retraso no es menor: impide avanzar en el Programa General de Ordenamiento Territorial y en todo el sistema de planeación que debería guiar el crecimiento de la Ciudad de México durante los próximos años. El Instituto de Planeación, lejos de operar con autonomía y profesionalismo, sigue subordinado a decisiones políticas, convertido en un actor decorativo que depende de los caprichos del Ejecutivo local.
Clara Brugada, quien llegó al cargo prometiendo una ciudad de derechos y orden, comienza su gestión con un tropezón que tendrá consecuencias estructurales. La planeación urbana no es un tema técnico menor: es la base para garantizar servicios, vivienda, movilidad y sustentabilidad. Postergarla —o peor, reemplazarla con foros simulados y proyectos sin respaldo legal— es condenar a la capital al desorden, la desigualdad y la discrecionalidad.
Si el gobierno de la Ciudad no es capaz de cumplir ni con los plazos que él mismo se fijó, ¿cómo espera construir confianza? ¿Cómo pedir participación ciudadana si las reglas cambian según convenga al discurso del momento?
La planeación no es un lujo: es una obligación legal y ética. Y el actual gobierno, con su primer incumplimiento grave, demuestra que no tiene la voluntad —ni probablemente la capacidad— para cumplirla.