¡Los Ojos de la Capital!

“Bachetón con B de burla…Tabe vs Clara”

Por HHR

CDMX, 23 septiembre 2025.- Si usted ha tenido el infortunio de circular por las calles de la Ciudad de México últimamente, sabrá que el camino más corto entre dos puntos no es una línea recta: es un rally todoterreno, con cráteres que harían palidecer cualquier competición off road. Pero no tenga miedo, porque ha llegado la temporada del bachetón, ese carnaval de asfalto mal compactado que usan los políticos para tomarse la foto y tapar —con mezcla fría y promesas calientes— los hoyos que ellos mismos han ignorado durante años.

Y es que la estrategia “antibaches” ya no es política pública: es concurso de popularidad. Por un lado, tenemos a Clara Brugada, la Jefa de Gobierno con casco de obra bien calado y cara de “yo sí trabajo”, pavimentando con urgencia las heridas del suelo capitalino (sólo de las vías primarias, que conste).

Pero no sólo Morena juega a tapar hoyos. ¡No, señor! Desde el otro lado de la trinchera, en la opulenta Miguel Hidalgo, el alcalde Mauricio Tabe, esposo de la diputada Laura Álvarez Soto, también ha desplegado su propio “bachetón”. Porque si algo une a la clase política chilanga, es su amor por el show mediático disfrazado de servicio público.

Y aquí es donde se pone sabroso. Mientras Mauricio rellena baches con el entusiasmo de quien quiere ser trending topic, su esposa Laura Álvarez sube a tribuna con un punto de acuerdo muy serio, muy institucional, exigiendo lo mismo que su marido ya anda haciendo… pero en otra demarcación. Un matrimonio moderno: él tapa, ella denuncia. ¿Coincidencia? ¿Coordinación? ¿Cortina de humo con aroma a chapopote?

La diputada lanza alertas graves y legítimas —porque sí, la cosa está fea— pero exige acción a una Secretaría de Obras que seguramente ya tiene en su WhatsApp cientos de mensajes sin leer, la mayoría con emojis de enojo. Pide calendarios, transparencia, resultados. Básicamente, pide que hagan su trabajo… algo que todos celebramos, aunque ella forme parte del sistema que lleva años normalizando la incompetencia.

Y claro, Morena, que ve una propuesta útil pero con sello panista, hace lo que sabe hacer mejor: vota en contra. Porque aquí lo que importa no es el bache, sino quién lo denuncia. Si la oposición lo dice, se ignora. Si lo dice la 4T, se vuelve plan nacional de desarrollo. La gente puede caerse, romper la suspensión o hasta morir por un socavón, pero eso es menos grave que darle puntos al adversario.

Así que ahí vamos, de bachetón en bachetón, mientras las calles siguen pareciendo campo minado. Lo trágico no son los baches en el asfalto, sino los baches en la lógica política. Porque cada quien tapa los suyos… menos los que verdaderamente importan: los de la memoria, la coherencia y la rendición de cuentas.

Y mientras tanto, usted, yo y nuestras llantas seguimos en el mismo hoyo.