ONG’s, académicos e investigadores de México, EU y Canadá exhortan a sus gobiernos a evitar la prohibición de etiquetados frontales de advertencia

Ciudad de México a 19 de Abril (JUAN R. HERNÁNDEZ/CÍRCULO DIGITAL).-Un amplio número de organizaciones de salud, derechos humanos, de los consumidores, de la infancia, centros de investigaciones, así como importantes médicos, académicos e investigadores en salud pública y nutrición, de México, Estados Unidos (EE.UU.) y Canadá enviaron cartas en atención a los Jefes de Estado, los Ministros de Relaciones Exteriores, los Jefes de Renegociación del TLCAN y los Ministros de Salud de cada uno de sus países, así como a sus propios Congresos, pidiendo oponerse a la propuesta presentada por el gobierno estadounidense en las renegociaciones del TLCAN para la prohibición de etiquetados frontales de advertencia en los tres países, los cuales han sido recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una medida para combatir la obesidad.

La propuesta estadounidense sobre la prohibición de etiquetados frontales fue denunciada primero en México y, posteriormente, revelada por el periódico The New York Times el mes pasado y confirmada en un testimonio en el Congreso al día siguiente por el representante comercial de los Estados Unidos, Robert Lighthizer. Link al video: https://youtu.be/Bm95_IQI5Wg
“En Norteamérica, vivimos una de las mayores epidemias de obesidad en el mundo debida, principalmente, al consumo de alimentos y bebidas no saludables. Es urgente que los consumidores tengan acceso a información de advertencia sobre estos productos. Un acuerdo comercial no puede ir en contra del derecho a la información y el derecho a la salud de la población frente al mayor problema de salud pública en la región”, declaró Alejandro Calvillo, Director de El Poder del Consumidor y miembro de la Alianza por la Salud Alimentaria.
La OMS reportó que la prevalencia mundial de obesidad casi se triplicó entre 1975 y 2016. México, EE.UU. y Canadá, tienen índices de sobrepeso y obesidad muy por encima del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), esto afecta la calidad de vida; aumenta el riesgo de diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras condiciones relacionadas con la dieta; y contribuye a un aumento en los costos del cuidado de la salud. El uso de los etiquetados frontales obligatorios que adviertan a los consumidores si una bebida o un alimento no es saludable, debido a sus altos niveles de azúcar, grasas saturadas y/o sal, es una medida crítica para combatir la epidemia de enfermedades relacionadas con la alimentación.
Las organizaciones recordaron que en Chile y Ecuador ya se implementaron etiquetados frontales de advertencia interpretativos que utilizan símbolos y colores para informar a los consumidores, y han demostrado ser efectivos, por lo que la propuesta de los Estados Unidos no sólo es un abuso de los mecanismos de los acuerdos comerciales, sino que también va en contra de las recomendaciones para la prevención de la obesidad de la OMS, que incluyen el uso de un etiquetado frontal obligatorio fácil de entender, basado en la mejor evidencia disponible.
Manuel Arango, Director de Incidencia y Políticas Públicas de la Salud para la Heart & Stroke Foundation de Canadá, afirmó: “La Heart & Stroke Foundation apoya plenamente la propuesta del gobierno canadiense de requerir un símbolo frontal nutricional en los productos de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar, sal y grasa saturada para apoyar decisiones saludables. Y aplaudimos a los líderes en este campo, como Chile, quienes ya implementaron estas importantes medidas de política pública,” agregó: “Los países tienen el derecho a proteger la salud de sus ciudadanos y no debemos permitir el uso inapropiado de los acuerdos comerciales para socavar estos esfuerzos.”
En la misiva enviada por las organizaciones, académicos e investigadores de los tres países expresaron su profunda preocupación ante tal propuesta, la cual frenaría las iniciativas de etiquetado nutricional frontal obligatorio de advertencia que se están emprendiendo en Norteamérica. Además, podría crear un precedente negativo y trastocaría los derechos soberanos de los tres países para proteger la salud de sus ciudadanos.
De acuerdo con el Dr. Peter G. Lurie, Presidente del Centro para la Ciencia en el Interés Público: “El etiquetado frontal ayudaría a los canadienses, estadounidenses y mexicanos a vivir vidas más largas y más sanas, y contribuiría a reducir los costos de atención médica en nuestros respectivos países. El TLCAN no debería ser parte del problema”.
Por su parte el Dr. Jim Krieger, Director Ejecutivo de la organización Healthy Food America y profesor del área de Medicina y Servicios de Salud en la Universidad de Washington, aseguró: “La propuesta de Estados Unidos es una afrenta a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que llaman al uso de un etiquetado frontal obligatorio y fácil de entender. La Gran Industria de Alimentos y Bebidas está detrás de esta propuesta, siguiendo el manual de estrategia desarrollado por la Gran Industria de Tabaco de emplear los acuerdos comerciales para bloquear políticas de salud pública que ellos perciben como amenazas para sus ganancias. No se debe usar el TLCAN para restringir la capacidad de los países de proteger la salud de sus ciudadanos”.
Las organizaciones y expertos académicos reclamaron el derecho a la vida y a la salud de los ciudadanos, y el interés superior del niño, tal y como lo reconocen las Naciones Unidas y las constituciones de los tres países, por lo anterior, debe imperar por encima de cualquier interés económico o corporativo. Ningún acuerdo comercial, incluyendo el TLCAN, debe obstaculizarle al consumidor su derecho a la información y tampoco debe restringir la autonomía de un país para proteger a sus ciudadanos especialmente a los niños de enfermedades prevenibles y muerte prematura.

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POR LA ESPIRAL Claudia Luna Palencia @claudialunapale -De a misil por minuto León Tolstoi tenía el arte de reflejar con letras aterciopeladas la crudeza descarnada de las grandes confrontaciones de su época en “Guerra y Paz” radiografió la magnificencia rusa, el ánimo agigantado al calor del patriotismo efervescente en la derrota del enemigo, del extranjero: “Petia supo de ello después; ahora se encontraba totalmente entusiasmado y contaba sin parar cómo habían expulsado a Napoleón, cómo somos nosotros, los rusos, especialmente que todos nosotros somos héroes”. En virtud de ese ADN en la mentalidad rusa, el hálito a nivel global se contiene a la espera de saber qué pasará con esa contrarrespuesta anunciada por el Kremlin; ya en Washington, el embajador ruso Serguéi Kislyak dijo que habrá consecuencias. Hay esporas de nerviosismo flotando por todas partes. El presidente ruso Vladimir Putin denunció ante la ONU que EU pretende seguir ayudando a los terroristas del Estado Islámico mientras Antonio Tajani, presidente del Europarlamento, urgió a evitar una mayor tensión en el conflicto. Del otro lado, cuestionados al respecto de la experiencia del bombardeo, las fuentes oficiales diplomáticas rusas remitieron un comunicado oficial enviado a los corresponsales extranjeros al que tuve acceso. En la otra cara de la moneda, el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa se solaza de demostrar la alta eficiencia de las armas rusas en Siria y “la excelente capacitación del personal militar sirio, preparado por nuestros expertos.” En el último año, Moscú y Damasco han signado importantes acuerdos para modernizar el equipo militar sirio, sobre todo en lo que concierne a los sistemas de defensa antiaéreos. De hecho, Siria destacó que sus medios de defensa S-125, S-200, Buk, Kvadrat y Osa destruyeron y repelieron 71 misiles enviados por los americanos y sus dos aliados. El parte más detallado lo concedió Serguéi Rudskoy, jefe de la Dirección Principal de Operaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, comenzó por señalar que el 14 de abril entre 3.42 y 5.10 hora de la madrugada de Moscú, los objetivos militares y civiles de la República Árabe Siria fueron atacados con misiles por los transportistas aéreos y marítimos de Estados Unidos y sus aliados. “Los sistemas de defensa antiaérea rusos en las bases de Khmeimim y Tartús detectaron oportunamente y controlaron todos los lanzamientos de misiles de los transportistas marítimos y aéreos de Estados Unidos y Gran Bretaña. No fue detectada ninguna participación de la aviación francesa”, aseveró el oficial. En la instigación militar tomaron parte los aviones de las Fuerzas Aéreas de EU B-1B, F-15, F-16 así como los aviones de las Fuerzas Aéreas de Gran Bretaña los denominado Tornado; y los barcos de las Fuerzas Navales estadounidenses Labym y Monterey del aérea acuática del Mar Rojo. “Varios aeródromos militares sirios, instalaciones de investigación científica e industrial han sido dañados. Según datos preliminares no hay víctimas entre la población civil y el personal militar del ejército ruso”, indicó Rudskoy. ¿Por qué sucedió el ataque de Occidente? Para Rudskoy obedeció a motivos muy distintos a los esgrimidos por Estados Unidos… más bien un doble juego de intereses. “Creemos que no es la repuesta al ataque de las armas químicas imaginaria, es una reacción al éxito de las fuerzas armadas sirias en la lucha por la liberación de su territorio”, recalcó el militar ruso. A COLACIÓN A la cita del bombardeo acudieron Reino Unido y Francia en soporte a Estados Unidos: “Se trató de un ataque de precisión sobre de tres objetivos, uno cerca de Damasco y dos más en Holms; fue una operación limitada dotada con el doble de misiles lanzados el pasado 7 de abril de 2017”. En aproximadamente hora y media, un total de 103 misiles Tomahawk fueron lanzados desde el destructor USS Donald Cook desplazado de la base naval militar estadounidense en Rota (provincia de Cádiz) España junto con dos aviones cazas que partieron de la base militar norteamericana en Zaragoza, España. No se reportaron muertos, ni heridos, ni entre los civiles ni entre los militares sirios, rusos o iraníes aunque también hay otros contingentes de soldados en tierra entre éstos 2 mil estadounidenses y otras brigadas con israelitas, turcos y jordanos. El castigo llovió como plomo del cielo: cada 1.14 minutos cayó un misil en suelo sirio, a la destrucción provocada le ha seguido un efecto sicológico caldeando todavía más los ánimos. Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales