Por NOTICIASCD.MX
CDMX, 21 julio 2025 (LAMETROPOLI.COM.MX).- La instalación del Primer Parlamento de las Personas Jóvenes en el Congreso de la Ciudad de México, representa un esfuerzo por incorporar a la juventud en la actividad legislativa y fomentar valores cívicos en un contexto donde la participación política de este sector es frecuentemente subestimada.
La creación de este espacio, integrado por 66 jóvenes parlamentarios, busca promover el diálogo y la participación en temas cruciales para la Ciudad de México.
Las cuatro comisiones establecidas —Educación, Juventud, Deporte y Cultura; Derechos Humanos y Género; Medio Ambiente y Salud; y Participación Ciudadana— abordan problemáticas relevantes y reflejan un intento por alinear las discusiones con las necesidades actuales, como la equidad, la sostenibilidad y la justicia social.
Las propuestas iniciales, que incluyen desde fortalecer las voces de pueblos originarios hasta mejorar el servicio del Metro y garantizar derechos para personas con discapacidad o en situación de calle, muestran una ambición por atender cuestiones estructurales y de alta prioridad.
Los discursos de las y los legisladores, como los de Frida Jimena Guillén Ortiz (PAN), Paulo Emilio García González (MORENA) y Diana Barragán Sánchez (PT), destacan el potencial transformador de la juventud y la importancia de un enfoque crítico y audaz.
La propuesta de García González sobre una Ley de renta justa, por ejemplo, apunta a un problema concreto de habitabilidad en la capital, mientras que la invitación de Víctor Hugo Lobo Rodríguez (MORENA) a formar una “red imparable de cambio” busca inspirar un compromiso activo.
Asimismo, la intervención de Patricia Urriza Arellano (MC) subraya la necesidad de romper con prácticas políticas obsoletas, un punto clave para renovar la confianza en el servicio público.
A pesar de los discursos optimistas y las intenciones declaradas, el impacto real del Parlamento Juvenil depende de varios factores.
En primer lugar, no se especifica cómo las propuestas surgidas en este espacio se integrarán en la agenda legislativa formal.
Aunque se menciona que el ejercicio no es meramente académico, la falta de un mecanismo claro para traducir las iniciativas en políticas públicas podría reducir el parlamento a un evento simbólico, más formativo que transformador.
Otro aspecto es la representatividad de los 66 jóvenes parlamentarios. No se detalla cómo fueron seleccionados ni si reflejan la diversidad socioeconómica, cultural y geográfica de la Ciudad de México.
La exclusión de sectores marginados o de comunidades con menor acceso a espacios políticos podría limitar la legitimidad y el alcance de las discusiones.
El Primer Parlamento de las Personas Jóvenes es una iniciativa prometedora que reconoce el potencial de la juventud para incidir en la política de la Ciudad de México.
Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad del Congreso para garantizar que las propuestas tengan un impacto tangible y no se queden en un ejercicio discursivo.
Es fundamental establecer canales claros para la implementación de las iniciativas, asegurar una representación diversa y mantener un compromiso a largo plazo con las y los jóvenes. Solo así este parlamento podrá cumplir con su objetivo de construir una ciudad más equitativa, democrática y justa, y evitar convertirse en una mera plataforma de simulación política.